
Hace años le huye al mar. El sol la quema, no le gusta caminar sobre arena, dice. Si alguien insiste, cuenta cómo se sintió el día en que de pequeña el mar intentó tragarla. Me ahogaba, desde entonces le tengo más que respeto, mucho temor.
No cuenta que a partir de ese día en sus sueños se ve sirena, el cabello a la cintura flotando en el agua, su cola reflejando destellos dorados del sol al amanecer, y de plata cuando atardece. Se mece entre las olas, surge y resurge, hundiéndose en la arena para luego danzar con la corriente, sintiendo el agua acariciar sus pechos y la sangre caliente correrle por las venas.
Sabe que el mar la está esperando.
3 comentarios:
hermoso poema el del mar, me siento identificada.
Margret: es la primera vez que entro a un blog. me encanta este. y lo de casacabeles... y tus textos como de agua... me recuerdan los míos
margret
continua con la belleza de tus textos
son pura poesia del diario vivir,
motivas mi imaginacion para lo hermoso de la palabra.
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