miércoles, septiembre 11, 2019
saludos
Luego de varios años, te reabro, con el propósito de seguir dejando aquí mis pensamientos y tristezas.
domingo, mayo 22, 2016
El costo de la paz
−−La tercera edad−− me dice Alicia−− es una venganza del universo
Yo se lo acepto porque a su edad sabe
más de la tristeza de envejecer que yo, a pesar o porque ha vivido
intensamente.
−−Una vez te das cuenta de que eres un miembro más de la población
envejeciente tienes dos alternativas: o te retiras del mundo y te limitas a
existir, o tomas cada oportunidad como la última y la exprimes como una
naranja, porque no sabes si mañana abrirás los ojos. Tú vas camino a perderte
en la invisibilidad, yo moriré con tres disparos de salva al aire, haciendo
ruido hasta el final.
La admiro. Ha sabido vivir la
vida, ir hasta el fondo del pozo del dolor, y de allí subir sonriente,
reforzada, lista para continuar disfrutando. Yo, lo confieso, no sé
vivir como ella. Tanto me revolqué en el
dolor, que he erigido un muro intraspasable, y moriré sabiendo que meramente existí,
sin que, en los últimos años, nada me provocara extremas altas y bajas.
Estoy pagando el precio de vivir en paz.
domingo, marzo 20, 2016
Invisible
¿Vuelan las almas desprovistas del cuerpo que las pesa,
Sus alas extendidas, libres, a su albedrío?
¿O siguen prisioneras de otro cruel carcelero
Que condena el suicidio?
Que se esconde tras el hombre de chaqueta y corbata
El que insiste que la ropa sucia se esconde.
El que mina sus fuerzas fomentando sus miedos.
Más es pecado ceder a tentaciones.
El hombre duerme con un ojo abierto,
Y el dios que la vigila, nunca duerme.
No sabes, no vales, no mires, no hables
Es el mensaje de todos los días a través de los años.
Y el dios a quien suplica
No escucha, no contesta, ni siquiera la mira.
No tiene salida: viva o muerta es lo mismo.
Sería cambiar una carcel que detesta,
Por un infierno que teme...
¿Para qué quiere la libertad una sombra que no tiene reflejo?
lunes, marzo 14, 2016
Lo suficiente
Desde el
podio el hombre grita prepotente
Que no se
pierda la vida de una mujer más,
violentamente...
Y lo repite
Ante las
miradas agradecidas
de mujeres
que gritan ¡basta ya!
Mi corazón,
semilla rancia,
Duele al
grito…
Abatida
reflexiono que no hay
que perder
la vida para estar muerta.
Nosotras,
las estadísticas Ignoradas,
sabemos que
perder la vida es lo de menos,
que la
muerte es descanso a nuestro dolo.
No tiene
que haber un labio abierto
NI un ojo
amoratado
Ni cárdenos
en el cuerpo
Ni
empujones, ni amenazas.
Ni siquiera
beligerancia
Es
suficiente el silencio del
Desagrado,
del desprecio, del repudio.
Basta con simular
que no eres nada, ni nadie.
Invisible,
incorpórea, Impalpable.
Inexistente
porque
nunca fuiste ni serás
lo
suficiente.
sábado, enero 02, 2016
miércoles, diciembre 30, 2015
Daniela
Hace
muchos años parí a Patricia. Ella era
todo lo que yo quería ser. Desinhibida,
libre, hermosa. Su personalidad era tan fuerte que poco a poco se fue
apoderando de mí. Asustada ante mis desacostumbradas reacciones, tuve
miedo. No pensé las consecuencias y la
maté. Era mi creación, mi alter ego, y
yo tenía el derecho a destruirla. Cómo
hubiese sido mi vida si no la hubiera enterrado junto a tantos otros sueños, lo
desconozco.
Lo
único que de cierto sé, es que de ella ya no queda nada. Los golpes de la vida recibidos desde
entonces acabaron por destruir toda posibilidad de que pudiera levantar la
cabeza de donde la enterré. De mis muertos, es una que quedó bien enterrada,
incluso olvidada.
Hace
unos días, hablando sobre mi nombre y lo mucho que me disgusta, mencioné a
algunos amigos del difícil parto y luego del enterramiento de Patricia. Me
sugirieron que creara una nueva Patricia, una igual pero diferente. Daniela.
Que Daniela pudiera llevar acabo aquello que quedó incompleto al matar a
Patricia.
Acaricié
la idea por varios días. Puedo intentarlo, me decía. Daniela es un bonito
nombre. Una mirada al espejo me hizo aceptar la realidad. Ya es demasiado tarde. Lo siento mucho Daniela, moriste antes de
nacer.
viernes, diciembre 25, 2015
Es Navidad
Mientras intento encontrar sentido a la Nochebuena me encuentro más enajenada del mundo. No puedo comprender por qué a más intento encajar con los demás, menos lo hago. Practico todos los pasos para que estén correctos, intento seguir el ritmo de los otros, pero es imposible encajar si eres diferente. Encajar círculos en cuadrados o viceversa, es imposible. Espero más de las personas que lo que pueden o están dispuestos a dar. Por años traté, me doblé, me acomodé, anoche comprendí que cada cual es como es, y el que no me resigne no es culpa de ellos, es la mía, que vivo en lalaland, pensando que los seres humanos somos más sinceros, más dados de lo que realmente somos. Los demás cumplen con el expediente, yo me entrego. Mala mía que las causas son falsas.
Para la Nochebuena próxima, si estamos vivos, Cuquito y yo la pasaremos en casita, en nuestra rutina…
miércoles, diciembre 23, 2015
Ya no sueño
De afuera, me
llega el ladrido de un perro y con dificultad me siento en la cama. Quiero levantarme, lo intento y no puedo.
Vuelvo a dejar caer mi cabeza sobre la almohada, mis piernas rígidas colgando
fuera del lecho. No tienen la fuerza para sostenerme. No me importa. Soy completamente honesta, no me importa. Qué
claro lo veo ahora, no quiero seguir viviendo.
Al ladrido del perro se han añadido los de otros y decido quedarme acostada. Subo las piernas con dificultad y
me arropo, me hago sorda a los sonidos de la calle, cierro los ojos, y finjo
que soy un alma perdida y no pienso nada más que en la letanía que repito incesante,
palabras que intento poner en orden gramatical, pero que tienen el
mismo significado: escuálido, esquelético, famélico… y las termino y vuelvo a
comenzar y pierdo una y recomienzo esperando encontrarla, y me voy quedando dormida y no la encuentro o sí la encuentro pero
pierdo otra, y me hundo en este dormir que me permite estar como muerta, porque no
sueño, ya ahora, nunca sueño…
sábado, diciembre 19, 2015
Mi foto de perfil en Facebook
Cambié mi foto de perfil en Facebook. Por primera vez en más de diez años, publico
una foto de frente, en que pueden apreciarse los daños que causó la parálisis
facial del 2001. Igual que Nueva York perdió su perfil cuando se derrumbaron
las Torres Gemelas, y muy poco tiempo después, perdí la sonrisa y se impactaron
los músculos del lado izquierdo de mi cara haciendo los movimientos del ojo más
lentos.
Al igual que los primeros que llegaron a
socorrer a los atrapados en las Torres Gemelas, necesito ayuda. Leo que el presidente firmará para un fondo
de $8.1 billones para mantener la atención médica de estos héroes cuya salud
quedó afectada, fondo que se estima durará hasta el 2090. Son héroes anónimos la mayoría sufriendo los
estragos de haber sido capaces de arriesgar su vida sin pensarlo dos veces.Yo soy una mujer silente, sin rasgos heroicos de clase alguna, solo con el dolor de haber perdido su tarjeta de presentación, tener fobia al espejo, no sonreír nunca y haber aceptado la soledad como compañera. Debo estar madurando porque la foto en Facebook revela quién soy físicamente ahora. Para mí no habrá un fondo de tratamiento y no hay cura. Una mujer robada de la vanidad que pienso que alguna vez tuve, ahora olvidada.
Nada comparable con la valentía de esos titanes,
nada que dé valor al sufrimiento mío. A la
gente le basta con decir que son “cosas mías”, “que no se nota” …
No es cierto, la mentira ni siquiera sirve de
placebo, pero quizás desaparezca el peso de estar escondiendo mi rostro y recobre algo de la alegría que tuve…
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