¿Que buscas?, me pregunta suavemente, porque sabe que
me exaspero cuando me interrumpen. Un cuento, le contesto, tratando de no ser
grosera, pero en un tono que dice claramente que me está molestando. ¿Te ayudo?
No, gracias, no puedes ayudarme, contesto. ¿No quieres que te ayude, o no puedo
ayudarte? No puedes, y antes de que me preguntes, te aclaro que no puedes
porque no sé cual cuento; cuando comencé a buscarlo, creí saberlo, pero ahora
no sé si fue tan solo un sueño. Tal parece que mi memoria se fue de vacaciones.
¡Qué extraño!, me comenta burlona.
¿Puedo saber porqué lo andas buscando tan
afanosamente? La mandaría de paseo pero sé que no puedo. Es por cuenta mía que
habla, porque cuando creé su personaje, por miedo e inseguridad no hablaba. Lo
malo es que ahora, cuando se aparece, habla basta por los codos y por que le di
forma, y la conozco, sé que no se marchará basta que yo recuerde el cuento que
busco. Haciendo acopio de paciencia le contesto, llevaba unas cuantas horas
tratando de escribir algo coherente, sin poder lograrlo. De pronto be recordado
un cuento que empecé, o creí haber empezado.
1 comentario:
... Gemidos para tu voz deseo ser...ven...
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