
El día que el nuevo jardinero llegó y la miró, el corazón le dio un vuelco. Era joven y hermoso y el amor por Aurora se le desbordaba por los ojos que como imanes la atraían a él. La joven lloró, maldijo al sol y a la noche, y a la vida que había llevado al amor a su puerta vestido de pobre granjero.
Y lo dejó pasar porque si el sol salía para ella ya vendría el amor vestido con ropas de gala…
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