
¿Qué se hace de ese espacio cuando no hay quien la ocupe porque nunca llegó, o se fue intempestivamente? Imagino que es un fragmento del corazón que se pierde, o quizás lo ocupamos con otras cosas que sirvan de paliativo a nuestra soledad, llenándolo como a un ático de cachivaches.
No sé la respuesta. Solo sé que en mi corazón, hoy duele un fragmento…
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