Yo pensaba que el mundo comenzaba y acababa dónde tú pisabas.
Yo pensaba que el amor y la pasión eran el uno reflejo del otro.
Yo pensaba que al casarnos nos prometimos respeto, fidelidad, y compañía para toda la vida.
Yo pensaba que envejeceríamos juntos, viendo a nuestros hijos, primero, y luego a nuestros nietos, crecer.
Yo pensaba que si era dócil, mejor, más buena y cariñosa terminaría el silencio que nos rodeaba.
Yo pensaba que podía con el peso de nuestra relación, y aunque con esfuerzo, escaparíamos de la tormenta.
Yo pensaba que si tenía paciencia tú te darías cuenta que la felicidad estaba en “nosotros”.
Yo pensaba que mis lágrimas despertarían tu ternura y el sentido de protección del hombre a la mujer.
Yo pensaba que sin ti, me moriría.
Yo solo sabía pensar en clichés.
Yo pensaba que el amor y la pasión eran el uno reflejo del otro.
Yo pensaba que al casarnos nos prometimos respeto, fidelidad, y compañía para toda la vida.
Yo pensaba que envejeceríamos juntos, viendo a nuestros hijos, primero, y luego a nuestros nietos, crecer.
Yo pensaba que si era dócil, mejor, más buena y cariñosa terminaría el silencio que nos rodeaba.
Yo pensaba que podía con el peso de nuestra relación, y aunque con esfuerzo, escaparíamos de la tormenta.
Yo pensaba que si tenía paciencia tú te darías cuenta que la felicidad estaba en “nosotros”.
Yo pensaba que mis lágrimas despertarían tu ternura y el sentido de protección del hombre a la mujer.
Yo pensaba que sin ti, me moriría.
Yo solo sabía pensar en clichés.
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