miércoles, septiembre 29, 2004

Tus ojos

Me miré en el fondo de tus ojos, buscando el reflejo de mi imagen, y sólo vi la turbidez de tus adentros. Y volví al refugio habitual dentro de mí, donde las aguas tranquilas son siempre transparentes. Rugiendo de furia me seguiste, colmillos al aire, lobo avaricioso sediento me seguiste, y te miraste en ellas, y de ti mismo te asustaste.

sábado, septiembre 25, 2004

Fantasía

Roto el encanto de lo nuestro, se deslizó una lágrima, una sola, que descendiendo por mis labios, rodó por el cuello y bajó directo por el pecho hasta incrustarse en el corazón, donde reabrió una vieja herida, porque iba cargada con el peso de los siempre los querré que mi padre nos decía, antes de desaparecer de nuestras vidas.

Se quedó alojada allí, como una espina, y el dolor era tanto que pensé que moriría. Entonces recordé que cuando niña tenía un refugio sin llanto, sin dolor, con arco iris, estrellas refulgentes, lunas llenas, lagos dorados, nubes de burbujas coloreadas a pincel por querubines, y un cielo en que bailan las notas de la música de carruseles, desde dónde me saludaban mis amigos, las hadas y los duendes.

Y volví allí, a dónde no volvía desde que me hice adulto, allí donde habita eternamente la fantasía del niño y desde entonces soy feliz en mi refugio, al que regreso cuantas veces quiero, porque solo tengo que mudarme aquí, detrás de algún espejo.