−−La tercera edad−− me dice Alicia−− es una venganza del universo
Yo se lo acepto porque a su edad sabe
más de la tristeza de envejecer que yo, a pesar o porque ha vivido
intensamente.
−−Una vez te das cuenta de que eres un miembro más de la población
envejeciente tienes dos alternativas: o te retiras del mundo y te limitas a
existir, o tomas cada oportunidad como la última y la exprimes como una
naranja, porque no sabes si mañana abrirás los ojos. Tú vas camino a perderte
en la invisibilidad, yo moriré con tres disparos de salva al aire, haciendo
ruido hasta el final.
La admiro. Ha sabido vivir la
vida, ir hasta el fondo del pozo del dolor, y de allí subir sonriente,
reforzada, lista para continuar disfrutando. Yo, lo confieso, no sé
vivir como ella. Tanto me revolqué en el
dolor, que he erigido un muro intraspasable, y moriré sabiendo que meramente existí,
sin que, en los últimos años, nada me provocara extremas altas y bajas.
Estoy pagando el precio de vivir en paz.