domingo, mayo 22, 2016

El costo de la paz


−−La tercera edad−− me dice Alicia−− es una venganza del universo
 Yo se lo acepto porque a su edad sabe más de la tristeza de envejecer que yo, a pesar o porque ha vivido intensamente. 
−−Una vez te das cuenta de que eres un miembro más de la población envejeciente tienes dos alternativas: o te retiras del mundo y te limitas a existir, o tomas cada oportunidad como la última y la exprimes como una naranja, porque no sabes si mañana abrirás los ojos. Tú vas camino a perderte en la invisibilidad, yo moriré con tres disparos de salva al aire, haciendo ruido hasta el final.
La admiro.  Ha sabido vivir la vida, ir hasta el fondo del pozo del dolor, y de allí subir sonriente, reforzada, lista para continuar disfrutando. Yo, lo confieso, no sé vivir como ella.  Tanto me revolqué en el dolor, que he erigido un muro intraspasable, y moriré sabiendo que meramente existí, sin que, en los últimos años, nada me provocara extremas altas y bajas.
Estoy pagando el precio de vivir en paz.

domingo, marzo 20, 2016

Invisible

¿Vuelan las almas desprovistas del cuerpo que las pesa,
Sus alas extendidas, libres, a su albedrío?
¿O siguen prisioneras de otro cruel carcelero
Que condena el suicidio?
 Solo ella y su cuerpo conocen al monstruo
Que se esconde tras el hombre de chaqueta y corbata
El que insiste que la ropa sucia se esconde.
El que mina sus fuerzas fomentando sus miedos.
 En las noches hila esperanzas de amor en otros brazos
Más es pecado ceder a tentaciones.
El hombre duerme con un ojo abierto,
Y el dios que la vigila, nunca duerme.
 No sabes, no vales, no mires, no hables
Es el mensaje de todos los días a través de los años.
Y el dios a quien suplica
No escucha, no contesta, ni siquiera la mira.
No tiene salida: viva o muerta es lo mismo.
Sería cambiar una carcel que detesta,
Por un infierno que teme...
¿Para qué quiere la libertad una sombra que no tiene reflejo?


lunes, marzo 14, 2016

Lo suficiente


Desde el podio el hombre grita prepotente

Que no se pierda la vida de una mujer más,

violentamente...

Y lo repite

Ante las miradas agradecidas

de mujeres que gritan ¡basta ya!

Mi corazón, semilla rancia,

Duele al grito…

Abatida reflexiono que no hay

que perder la vida para estar muerta.

Nosotras, las estadísticas Ignoradas,

sabemos que perder la vida es lo de menos,

que la muerte es descanso a nuestro dolo.

No tiene que haber un labio abierto

NI un ojo amoratado

Ni cárdenos en el cuerpo

Ni empujones, ni amenazas.

Ni siquiera beligerancia

Es suficiente el silencio del

Desagrado, del desprecio, del repudio.

Basta con simular que no eres nada, ni nadie.

Invisible, incorpórea, Impalpable.

Inexistente

porque nunca fuiste ni serás

lo suficiente.

sábado, enero 02, 2016