domingo, marzo 20, 2016

Invisible

¿Vuelan las almas desprovistas del cuerpo que las pesa,
Sus alas extendidas, libres, a su albedrío?
¿O siguen prisioneras de otro cruel carcelero
Que condena el suicidio?
 Solo ella y su cuerpo conocen al monstruo
Que se esconde tras el hombre de chaqueta y corbata
El que insiste que la ropa sucia se esconde.
El que mina sus fuerzas fomentando sus miedos.
 En las noches hila esperanzas de amor en otros brazos
Más es pecado ceder a tentaciones.
El hombre duerme con un ojo abierto,
Y el dios que la vigila, nunca duerme.
 No sabes, no vales, no mires, no hables
Es el mensaje de todos los días a través de los años.
Y el dios a quien suplica
No escucha, no contesta, ni siquiera la mira.
No tiene salida: viva o muerta es lo mismo.
Sería cambiar una carcel que detesta,
Por un infierno que teme...
¿Para qué quiere la libertad una sombra que no tiene reflejo?


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