miércoles, mayo 24, 2006

Las uvas están verdes

Te escribo sabiendo que nunca me leerás y no me duele. El rechazo sí, ese me lastimó porque convertiste tu debilidad en mía. Orgulloso, preferiste echar la culpa sobre mis hombros nuevamente. En ese momento quise decirte tantas cosas, decirte que te amé, que eras para mí tan necesario que cuando me abandonaste pensé que el dolor me mataría, pero yo también tengo orgullo y callé. Y seguí caminando como el zorro que decide que las uvas están verdes, y jamás sabré si alguna vez me amaste.

domingo, mayo 14, 2006

Feliz día de las Madres

Una simple amistad

Después de tantos años te reencuentro, y me doy cuenta que aquel que amé ya no existe. No eres el hombre elegante y seguro de sí mismo que conocí. Ni siquiera eres el amante que eras. Pero al igual que entonces, me echas en cara mi sensibilidad la que, según me dices, hace imposible cualquier relación que no sea de la de una simple amistad entre nosotros. Y aunque ya no te quiero como antes, igual duele.