domingo, mayo 14, 2006

Una simple amistad

Después de tantos años te reencuentro, y me doy cuenta que aquel que amé ya no existe. No eres el hombre elegante y seguro de sí mismo que conocí. Ni siquiera eres el amante que eras. Pero al igual que entonces, me echas en cara mi sensibilidad la que, según me dices, hace imposible cualquier relación que no sea de la de una simple amistad entre nosotros. Y aunque ya no te quiero como antes, igual duele.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha dado tanto gusto encontrarte por pura casualidad, busqué otras personas con intereses similares a los míos y la jardinería nos hace coincidir, pero no es lo único, también me siento cerca tuyo en los sentimientos, con la diferencia que jamas me atrevería a reconocerlos tan sinceramente como tu lo haces. Me he sentido abandonada y no valorada por un amor, sin embargo, no tendría la valentía tuya de escribirlo así tan del alma y del corazón...te mereces de sobra que Dios te permita olvidar al ciego que no te vió y encontrar un hombre grande que sea tu amigo y tu amante.
Perdona que no me identifique pero aun no soy capaz de reconocer estos sentimientos.