No quiero que mis labios pronuncien su nombre, ni que su imagen aflore a mi mente, pero anoche dormí en la misma habitación que compartimos la última vez que estuvimos juntos. No pude evitar pensarle, así que esta mañana, apenas desperté, para asegurarme que nunca resucita, eché un puñado más de tierra sobre la tumba de su recuerdo.
2 comentarios:
El problema lo tiene el que, de forma ingrata y falto de compasion te hiere, no tu. Asi que muy bien, entiera todo el pasado, amate cada dia mas y a todo lo que te rodea.
Tu sabes quien te envia este mensaje. Claro yo mismo.
Hacía tiempo que no venía por tu blog. Me alegro que sigas escribiendo, aunque sea de vez en cuando. Hasta pronto
Publicar un comentario