domingo, enero 03, 2010

Un parpadear

Se mece en el sillón que era de la abuela. Piensa que no ha pasado tanto tiempo. Que sí ha pasado mucho tiempo. Hace años que es tarde, y sin embargo le parece que solo un parpadear de ojos la llevó de jugar con sus muñecas a mecerse en el sillón. Duró solo un instante, un segundo, pero su vida quedó atrapada en la memoria del iris de sus ojos. Vida en la cual saltó de niña a anciana. Anciana que se mece mirando el horizonte, sin otearlo, porque no espera nada ni a nadie, excepto la muerte, y la muerte aunque siempre llega, no se anuncia.