domingo, abril 24, 2005

Perdida

A veces me parece que me pierdo, que no soy. Me busco entre los recuerdos tangibles, y el rostro que me mira desde las viejas fotos que guardo, muy pocas, es un rostro que desconozco. Me sonríe desde un pergamino que va perdiendo el brillo y los colores. El tiempo, inexorable, ha ido cambiando no sólo las facciones, sino la vida misma.

Y entonces busco recuerdos intangibles que me aseguren que soy, y que me vuelvan a la realidad de mi vida, y me siento aún más perdida, porque sólo siento el dolor de lo que se escapó, o de lo que no tuve, excepto en sueños. Me tiemblan las manos, palidezco, y vuelvo allí, a donde pertenezco, al viejo rincón de lo olvidado.

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