domingo, junio 03, 2007

La noche eterna


Cuando se fue la electricidad, atascada en el oscuro ascensor, tan oscuro como la más negra noche, se sintió enterrada viva. Gritó desesperada y al pasar de los minutos que para ella eran horas, se dio cuenta que nadie la escuchaba. Le subió por el pecho el llanto hasta entonces contenido. Lloró por el esposo que era pero que nunca fue, lloró por los hijos que no tuvo y nunca tendría, lloró por los sueños que soñó y que tuvo que abandonar en el camino. Lloró por ella y por su soledad, lloró por su libertad, anhelada, pero temida, perdida para siempre en la noche eterna, real ahora. Pero todo podía ser diferente... la luz se haría…

Cuando regresó la luz y puso salir del negro encierro, se reintegró a la noche eterna de su vida...

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