sábado, mayo 29, 2004

A la orilla del río

Cansado de tanta lucha y envidia, fue al viejo sabio. Por consejos de éste en vez de ir en son de guerra como siempre hacía, se sentó a orillas del río a ver el cadaver de su enemigo pasar. Cuando vio bajar el cuerpo, le miró el rostro para escupirlo, y su rostro desde el río, con mirada triunfante, le escupió.

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