Cansado de tanta lucha y envidia, fue al viejo sabio. Por consejos de éste en vez de ir en son de guerra como siempre hacía, se sentó a orillas del río a ver el cadaver de su enemigo pasar. Cuando vio bajar el cuerpo, le miró el rostro para escupirlo, y su rostro desde el río, con mirada triunfante, le escupió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario