Escribe sufriendo, arrancando retazos de memorias a la vida, vida que durante años intentó olvidar, y que ahora es río rebelde y rabioso de recuerdos, que rompiendo el dique, va cobrando fuerzas, ahogándole. Se sumerge, resurge, se asfixia, y luego revive en el acto de escribir.
1 comentario:
¿Quién dijo que no se sufre al escribir? ¡o que no sufrimos si no escribimos? Es una necesidad imperiosa, especialmente cuanto se te agolpan las palbras, frases e ideas que conforman ese todo de ti...Me alegro de que volvieras a escribir!!!
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