domingo, noviembre 06, 2005

Demasiado tarde

Oí el llanto de los pájaros, cuando cayó la noche y no hice caso. Los pájaros no lloran, me dije en mis adentros. Sentí gemir al viento, y no hice caso, porque estaba acostumbrada a sentirlo en las noches entrar por mi ventana. Y entonces comenzó la lluvia. Una lluvia espantosa y sostenida. Siento a lo lejos el espantoso ruido de derrumbes, y el llanto de los niños, y los gritos de hombres y mujeres, y sé que es demasiado tarde, pero ya no hace ningún caso.

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