viernes, septiembre 19, 2008

El tiempo y los sueños

Siente una inmensa nostalgia por lo que nunca conoció y solo disfrutó en forma vicaria: la pasión de un amante enamorado, el abrazo de un hijo. Cuando tuvo que aceptar que ya era demasiado tarde, se sumió en una tristeza tan profunda que llegó a pensar que se moría.

El tiempo que marcha inexorable la obligó a conformarse y la enseñó a disfrutar de las pequeñas alegrías que cada día le trae. Ahora se conforma con escuchar la risa de algún niño, leer un buen libro, degustar una cena acompañada de una copa de vino, o simplemente sentarse a contemplar la noche y a contar las estrellas. A veces le parece que alguna de ellas le hace un guiño cómplice como si quisiera decirle que el amor no sabe de reloj ni calendarios, y entonces, aunque está despierta, se permite soñar.

1 comentario:

Pato´s dijo...

bellisomo escrito!!

los sueños llegan a hacerse realidad siempre y cuando luchemos por ellos hasta el final!!


besoss..