sábado, mayo 15, 2010

Escribir

Definitivamente se ha mudado a casa. No la veo: la siento. En ocasiones, se aloja en mi garganta y siento asfixia y el llanto que me ahoga. Otras, es bruma que me nubla los ojos y no me deja ver las cosas claramente. Me confunde, me aturde. Hace que prefiera la soledad y este silencio triste que a ella la alimenta y a mi me va secando, planta en terreno desértico con sol acribillante.

Su presencia se va haciendo imponente y me encojo en un rincón, cada vez más pequeña, dejándole el espacio que reclama. Y entonces, escribo. Escribir es pensar en voz alta, solo que no se escucha. Es un grito ahogado y silente que plasma el sentir del escribiente.

Tan solo por una vez querría escribir en sonrisas.

1 comentario:

Marisol Cragg de Mark dijo...

Entiendo este sentir tuyo. Estuve como dos semanas sin querer escribir sumida en una profunda pena... pero como necesito ponerme de mejor ánimo, escribo para sacarme todo eso que me carcome el alma. Quiero pensar por el momento en positivo.

Tu frase: "Tan solo por una vez querría escribir en sonrisas." me ha fascinado. Házlo, querida aunque tu pena siga latente. Es la única manera de salir del túnel.
Te dejo un fuerte abrazo.