sábado, junio 05, 2010

La alegría

Siempre pensé que de una forma u otra la alegría se me cruzaría en el camino. Por cada año triste, tendría dos de felicidad. No le he hecho daño a nadie a propósito pensaba, así que tengo el derecho…

Me ha tocado caminar un largo sendero para entender que la felicidad no es un derecho, es cuestión de suerte. Supongo que de carácter también, por aquello que soy de las que siempre ven el vaso medio vacío. Entre mi mala suerte y mi pesimismo, han logrado que la vía recorrida esté llena de abrojos.

De vez en cuando, hago el firme propósito de intentar ver el vaso medio lleno, y voy y me anoto en algún taller dirigido a capacitarme para lidiar con la vida. Uno de esos seminarios de auto-ayuda en que intentan darnos las herramientas para combatir los golpes que recibimos. La felicidad está dentro de ti, dicen, solo tienes que buscar dónde está escondida esperando que la descubras y la vistas de lujo.

La última vez que en esa búsqueda logré divisarla, me dijo que la dejara tranquila, que no intentara peinarle el plumero ni vestirla bonita, porque prefiere estar sola rumiando su pena.

Fue entonces que me di cuenta que la alegría no se cruzaría nunca en mi camino.

3 comentarios:

maria gloria dijo...

muy lindo, buen fin de semana, besos

lucille lang correa dijo...

siempre me sorprendes...
te quiero como eres
confiesas y expresas también lo que en un momento dado todas hemos sentido
Bendiciones de Luz

dylia. dijo...

Que mucho hacía que no entraba a tu blog. Saludos cariñosos querida Pucha, lo que si no he dejado de hacer es hacerte partícipe de tanto material hermoso y a veces gracioso...que llega a mis manos.
No creo que sea suficiente pero tal vez me he metido en un laberinto de cartas electrónicas que muchas veces son tantas que digo...ufff! contestar a todos en forma personal ya me es imposible. Pero eres un ser especial en mi vida lo sabes. Eres esa amiga discreta pero que con tu presencia llenas el espacio. Hablas de la felicidad con poco o ningun entusiasmo y creo que eres un poco creuel contigo misma. Te he visto disfrutar de momentosc que sé estás feliz. Son éso, momentos. Y llego a la conclusión, que la vida feliz o infeliz se compone de momentos. Momentos donde tal vez reíste y sentiste gozo, cuando Cuquito le hacía el amor a su peluche, o cuando cantabamos happy birthday ocuando ibamos al shopping cercano a tu casa, o cuando contemplabas la naturaleza, y los alrededores del Lago, manso y verde que denotaba la paz tan ansiada por nosotras las mujeres que nos hemos retirado del trabajo y nos resistimos a sucumbir ante la terrible realidad de la vejez. Vejez que a veces será mejor sola que mal acompañada. Aunque hoy día se es viejo cuando decidimos ser viejos...Te vi disfrutar de la alegría y la paz al contemplar y vivir esos momentos íntimos que nos hacen meditar y encontrar la paz y la felicidad. Pero que son los pensamientos del lado brillante de nuestra vida, la que nos ha tocado vivir.... Dejando atrás los lados oscuros aunque sean muchos!!! respiras hondo intentando tragar de un sorbo tanta belleza. Y...piensas que bien se está aquí...en fin esos momentos de alegría o felicidad son cortos, pero son. Creo firmemente que la felicidad es un concepto dentro de cada uno, que tenemos que ponderar y darle espacio. Lo demás, llega por añadidura.
Te quiero mucho amiga y sabes que llegar a casa es llegar a la tuya. Vente para acá un fin de semana y reiremos mucho todos! ...felices!
Besitos...
Dylia