jueves, mayo 27, 2004

Esmeralda y la pasión

Esmeralda siempre pensó que el amor venía acompañado por la pasión. Y que era tan especial, que el día que lo encontrara, toda ella se estremecería, y sabría que por fin, había llegado.

Tanto creía así, que en los días del amor y la amistad se vestía de rojo pasión, por si daba la casualidad de ser ese el día. Pero los años iban pasando y el amor no había llegado ni siquiera a tocar la puerta, menos aún a cruzar el umbral de su casa.

Se había ido secando poco a poco esperándolo mientras cortaba corazones de papeles rojos, para tratar de mantener viva la ilusión de que el amor era rojo pasión y de que le llegaría.

Seis meses después de muerta su mujer, el panadero, que tenía cinco hijos pequeños, le propuso matrimonio. Le pidió que lo pensara, que el amor llegaría con el tiempo.

Esmeralda recogió sus corazones de papel rojo pasión, los rompió en menuditos pedazos y los quemó en una escudilla de barro. Y para que al menos el amor llegara, cortó corazones de papel verde esperanza...

1 comentario:

Castiza Morena dijo...

Qué lindo amiga! La esperanza es lo último que se pierde, quién sabe, quizas ella finalmente sí encontró el amor y la pasión.