miércoles, mayo 26, 2004

La imagen en el espejo

Riendo, se quitó los zapatos. Se soltó el pelo del nudo que lo aprisionaba. Desabotonó su blusa lentamente, mientras su boca roja y carnosa sonreía. Sabía que él vendría. Había quedado intrigado. El reto lanzado, había sido aceptado.

En otro país, en otro mundo, era diferente. Podía olvidar los cánones de conducta aprendidos. Dejar atrás los remilgos y temores. Libre como su pelo, como su risa provocativa, como sus pechos al aire. Giró sobre sus pies y en el momento que le tomó ese giro, captó su imagen en el espejo. Se abotonó la blusa, se recogió el cabello, puso cerrojo a la puerta, y en silencio, se refugió en el lecho.

1 comentario:

Edgardo Benìtez dijo...

Margret, me pasaría la vida entera leyendo tu trabajo. Genial. Grato. Inteligente. Describes hasta hacerme sentir, como un pincel en manos de pintor de obra maestra.