domingo, octubre 24, 2004

Atardecer

Siento sobre mi cuerpo la brisa que viene del mar, trayendo con ella gotas de agua salada. El sol me tuesta la cara, y veo cuando imponente, rojo y regordete, se va hundiendo en el agua, para salir, bañado de estrellas, transmutado en sensual luna llena.

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