lunes, octubre 18, 2004

Sueño

Te soñé en las cortas noches del estío, y te arropé en mis brazos en las largas horas nocturnales del invierno. Te arrullé con cantos primitivos. Te di de mis besos los más suaves y tiernos, y te di también los apasionados que tenía guardados para cuando el amor tocara a mi puerta. Te cuidé celosa, para que nadie supiera del amor que brotaba de mi pecho en flores, hermosas, fragantes gardenias y rosas. Te guardé en secreto para que nadie pudiera empañar con envidia aquel sol naciente que daba alegría a mi alma. Protectora, te cubrí con un manto, y bajo él, soñé tu cuerpo apasionado tan cerca del mío, extensión del mío, uno con el mío. Y me fui contigo en un largo viaje imaginario en la inocencia de pensar que igual tú me protegías, y sentí el silencio como daga fría clavarse en mis adentros, y supe que el sueño era sólo mío…

No hay comentarios.: