jueves, septiembre 01, 2005

Historia de amor


- Me alcanza esa revista, por favor, - le dice coqueta, mientras extiende la mano.

La coquetería es innata, no puede evitarla, y por su voz dulce y cantarina, él no podría adivinar que tiene los ojos levemente rojos e hinchados, porque las gafas oscuras no le dejan verlos, aunque desde que se sentó, la observa de reojo.

Le extiende la revista, y sonriendo le comenta: - me muero por ver esos ojos, hermosos han de ser si se esconden para que su reflejo no queme.

Y ella se los mostraría, porque es cierto, son lindos sus ojos, pero ahora no, ahora ha llorado. Lloró mientras hacía la maleta la noche anterior, y lloró nuevamente mientras le escribía la nota a Jorge diciéndole que lo sabía todo, y que se iba. Que hiciera su vida, que fuera feliz con la otra.

Mira por la ventanilla del avión. Munich va quedando atrás, afuera llueve, y con una sonrisa que comienza a jugarle en los labios, piensa que todo empezó en un viaje similar…

No hay comentarios.: