sábado, septiembre 15, 2007

En pie


Apenas amanece, y ya estoy cansada. Es como si las horas que paso durmiendo estuviera luchando en otra esfera. No recuerdo el fragor de la batalla, ni quién soy, ni el rol que desempeño, sólo sé que al despertarme en ésta, la dimensión en que habita mi conciente, estoy aún más extenuada que al echarme a la cama.

Hubo una vez, hace muchos años, en que cuando dormía, cosa que hacía a cada oportunidad, me sumía en la nada. Cuando abría los ojos y me daba cuenta que mi mundo seguía siendo el mismo, la angustia y la ansiedad me dominaban. Mi corazón martilleando adolorido expresaba su queja.

Aguanté cuanto pude el dolor de esa vida, y un día, escapé. Pensé que abandonando aquel valle de lágrimas ascendería a la montaña prometida, allí de donde provenían las risas y la alegría que escuchaba, pero que a mí me habían sido negadas.

Comencé el ascenso y no tardé en darme cuenta que la carga a mis espaldas no disminuía. Entonces comprendí que no sería fácil llegar a la cima; que encontraría nuevos y grandes escollos en forma de tropiezos, amarguras y desilusiones. A cada paso mi carga es más pesada, y aunque escucho las risas, las oigo aún lejanas.

Pero ahora, al despertar, sé que aún en sueños estoy en pie de guerra, que no estoy dispuesta a conformarme con hundirme en la nada. Es posible que jamás alcance a llegar a la fuente de las risas que escucho. Pero mientras viva, de día o de noche, despierta o en sueños, seguiré abriéndome camino hasta el día que llegue hasta la cima, o me alcance la muerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

RM
Until you leave your cross on Calvary Hill you'll never get to the top of the mountain. It weoghts too much! Get down from your cross, darling. I'm waiting for you on the highest mountain!