jueves, septiembre 18, 2008

Sueños



En los últimos meses se me ha hecho difícil lograr concentrarme para escribir. Me preocupa demasiado el tiempo que pasa, los estragos de la edad, mi soledad. Lo que más me agobia es que he descubierto que no tengo sueños ni ilusiones, ni siquiera me quedan deseos de vivir. Quisiera acostarme a dormir, y despertar al otro lado del puente, sin recordar cómo lo crucé. Y es que no tengo miedo a la muerte pero sí a la parte final del camino, y la posibilidad de apresurar mi paso por este planeta no es una alternativa.

A veces, mientras me muevo entre la gente, se me ocurre que muchas de ellas se sienten igual que yo, que es pesada la carga que llevan, que existen pero que no viven. Entonces me tropiezo con un rostro amigo que sonríe porque a pesar de sus circunstancias, por penosas que sean, aún siente la alegría de estar vivo y espera con fe a que sus sueños se cumplan, y me obliga a buscar la diferencia.

Sé que la respuesta está dentro de mí. Tengo que recoger los trastos inútiles del pasado y echarlos finalmente a la basura que es donde pertenecen, dejar ir los fantasmas, aprender de nuevo a sonreír y reencontrar el cofre de mis sueños.

1 comentario:

Pato´s dijo...

la vida es bella! arriba ese animo , dejate sorprender día a día.

muy buen finde!!

besitoss..