martes, junio 30, 2009

La mirada del llanto

Antes lloraba con frecuencia, ya no llora. Aprendió que no resolvía nada, e igual, hay hombres que se enfurecen cuando ven a una mujer llorando. Le bastó que uno, demasiado borracho para recordarlo al otro día, se lo dijera en mala forma. A los demás, a los que les causa placer hacer llorar a una mujer, decidió no darles gusto. Endureció su corazón porque para no llorar fue necesario. De vez en cuando, ante algo que la enternece o la conmueve, siente una extraña humedad en los ojos, sensación que no acepta ni reconoce, y mientras dura la conmoción, esconde la mirada.

3 comentarios:

Carol dijo...

Llorar por cosas importantes es lógico, lo veo normal, aunque las lágrimas se tomen por un signo de debilidad no siempre es así reflejan sensibilidad, empatía, afinidades, solidaridad.

Lo malo es el lloriqueo de personas caprichosas y pusilánimes que por cualquier tontería lloran como niños caprichosos.

Después de perder a un ser querido es bueno llorar, sacar ese dolor del corazón que nos ahoga y no olvidar que los palos que nos da esta vida deberían hacernos más fuerte y preparados para el dolor.

Un beso fuerte Margret.

margret dijo...

Sé que llorar es sanador, pero a veces nos cansa hacerlo. Gracias por tus palabras, Carol. Un abrazo..

lucille lang correa dijo...

Soy llorona por naturaleza, no puedo evitarlo, me conmuevo ... espero no perder esa sensibilidad al fin y al cabo me convenzo que los sentimientos quien tiene que escucharlos soy yo

Abrazos amiga