viernes, diciembre 03, 2010

Contradicción

Hace tiempo que está con su mujer porque después de cierto tiempo, maldito cliché, el matrimonio es un negocio. Sabe que si se enamorara en serio de alguien y quisiera su libertad, le costaría demasiado. Por eso se limita a libélulas de paso que lo hacen sentir joven.

Elsa está envuelta con los nietos y su labor comunitaria. Admira eso en su mujer. Ha sabido envejecer con gracia, sin perder el buen gusto en el vestir. Siempre luce a la moda pero jamás chabacana. Tampoco ha recurrido a cirugías como muchas de sus amigas para seguir luciendo espectacular.

De vez en cuando, en alguna reunión entre amigos, cuando la observa de lejos charlando animadamente y la ve sonreír, la sonrisa es la misma de la que se enamoró hace muchos años. Entonces se siente orgulloso de su mujer y jura que procurará ser más atento y olvidar la mariposa del momento. Y cumple la promesa; por unos días la cumple.

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