sábado, abril 28, 2012

Mami


A veces, despierto con el pensamiento de que tengo que contarte lo que soñé, o me ocurre algo que quiero compartir contigo.  Entonces vuelvo a la realidad, y sé que estás muerta.  Que ya no estás para compartir contigo mis secretos e ilusiones.  Sé que estabas cansada, que la muerte, para ti, fue la liberación de tantos años atada a una cama y a la voluntad de otros.  Pero eso no es consuelo.  Me haces falta… 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

!Qué lindo Rosa!, hacía tiempo que no te visitaba. Te comprendo, yo extraño a la mía que se perdió dentro de su memoria y no encuentra la salida...
Raquel

margret dijo...

¡No sé qué es peor, Raquel! Y lo malo es que siempre nos harán falta...