martes, septiembre 20, 2005

La mirada triste


¿Lo recuerdas?, me dice. Y tengo que confesarle que no lo recuerdo. De hecho, de esa época no recuerdo nada. Es como una de esas pesadilla, en las que al despertarte, sabes que soñaste, que lloraste y sufriste, pero no recuerdas el contenido.

¿Cómo es posible que lo hayas olvidado? A veces, le explico, cuando algo duele mucho, lo echamos al trasto de nuestro inconciente, y allí queda. Eso hice con los recuerdos de esos años. Para mi suerte o desdicha, ni siquiera conservo las fotos. Se las quedó él, y yo, en un arranque de orgullo, no insistí en que me las devolviera.

Noto su sorpresa, y entonces soy yo quién le pregunta, ¿querrías recordarlo? Y me mira a los ojos con el reflejo de mi pena en ellos, y me dice, tienes razón, si a pesar de los años transcurridos aún conservamos esta mirada triste, creo que prefiero no tener idea de cómo llegó ahí.

1 comentario:

Castiza Morena dijo...

Es verdad, esa mirada triste no se borra, a pesar del tiempo transcurrido, aunque intentes olvidarlo, aunque fingas que nada ha pasado y te muestres feliz al mundo entero. Tus ojos te delatan, no tienen ese brillo de antaño cuando parecía que esa felicidad que sentías sería para siempre. Ahora tal vez igual eres feliz, pero ese episodio de tu vida te hace enturbiar la mirada y opacar su brillo, sin embargo, sigues adelante...