jueves, junio 19, 2008

Heridas

Cierra los ojos y finge que duerme mientras deja su pensamiento flotar en el aire al compás de la música que imagina, porque prefiere el silencio. Odia la fealdad que le rodea, no la apariencia de los objetos porque puede hacer sus ojos ciegos, lo que no puede es aplacar el dolor del corazón que conoce de sentimientos.

Finge que alguna frase almibarada cubre las grietas y las heridas porque prefiere que no sepan que la han herido. En ocasiones lo hace por orgullo, otras, para proteger su vulnerabilidad. Lo importante es no permitirles ver cuánto dolor habita en su alma especialmente cuando se da cuenta que el cuchillo que abre la herida lo hace deliberadamente.

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