jueves, octubre 25, 2012

Escribiendo

Últimamente me preocupa mucho la dificultad que estoy teniendo para escribir. Para los que nos ganamos la vida garrapateando nuestras ideas en algún papel esta sequía significa la muerte. Yo, que acostumbraba sentarme ante mi computadora y completar mi columna en cuestión de horas, ahora me veo días intentando reflejar en manuscrito algo creativo. Algo que después pueda transcribir y someter al diario. Cuando llega el momento de someterla, escribo cualquier cosa y la envío. Cruzo los dedos para que no le pongan peros y la publiquen. Supongo que me he hecho de algún nombre y me respetan, por eso, hasta ahora, no había tenido problemas.

La sequía es tan grande que ya ni siquiera escribo ideas en papel alguno, a la hora cero me siento ante la computadora, escribo cualquier cosa y la someto. Desde que llegué esta mañana, estoy mirando infructuosamente la computadora, mientras mi cabeza no deja de pensar en la nota que me dejó redacción pidiendo que los llame. Sé que es el fin. Ahora van a empezar las presiones y acabaré humillado, teniendo que renunciar.

 Me dedicaré, me digo, a terminar la novela que comencé hace años. Novela que abandoné cuando me dieron el contrato en el diario. Me pareció que era la liberación, ya no tenía que escribir una segunda novela que siguiera a la promesa de la primera. Sé que tenía solo una novela adentro, ¿no es eso lo que dicen? “Todos tenemos una novela que escribir”. Y la mía la había escrito con donaire y soltura y los críticos la encontraron maravillosa. De ahí me vino el contrato en el diario, y la libertad de no tener que sentarme a escribir mi segunda novela, sin siquiera tener un tema decente.

Ahora, sin columna que escribir, sin ideas para darle forma, me retiraré diciendo que vuelvo a mi primer amor, la escritura. Que retomaré la novela. Mientras, se me ocurre que aquí entre toda esta palabrería hay una nueva columna. Lo sé, lo siento y ya mis dedos comenzaron a escribir describiendo la necesidad de un autor de elegir entre escribir una novela, o de comer, escribiendo una columna.

No hay comentarios.: