sábado, abril 26, 2008

Caldo de pollo

─No te parece ─ me dice ─ que has repetido los últimos días.

Como si fuera necesario, le da a su voz un tono de interrogante al final de la oración, para que yo sepa que quiere algún comentario mío.

No me gusta que cuestione mis acciones, pero su pregunta es válida. Es cierto que los últimos días han sido tan iguales, que ya no distingo el lunes del martes ni el viernes del domingo.

─Es la monotonía de la vida ─ le respondo. Eso pasa cuando uno no tiene muchas amistades, ni sale mucho. No me importa porque prefiero la soledad y el silencio.

─ O sea, en tu caso es algo así como ¿qué vino primero, el huevo o la gallina?

No le contesto, si pudiera haría un caldo de pollo con mi álter ego.

No hay comentarios.: