miércoles, marzo 11, 2009

De princesas y cuentos de hadas

Hoy es uno de esos días en que me cubre la tristeza como un manto, un manto que no quiero pero del que no logro deshacerme. Es un manto bordado en soledades y lágrimas, con lentejuelas de desilusión, esperanzas fallidas y esperas sin llegadas. Es un manto que me cubre desde hace muchos años, cuando acepté que somos princesas tan solo en los cuentos de hadas, y que en mis cuentos hasta las princesas sufren:

Cantando, la luna anuncia a la noche que es la hora de que el carrusel despierte. Montada en el caballo azul de la crin rosada la niña se siente princesa en traje bordado de estrellas. El pelo rizado ondulando al viento. Sus ojos, luciérnagas verdes ansiosas, curiosas, hambrientas de tragar la noche, el cielo y las luces. Su boca es fresa sonriente por la que se escapa desde su garganta risa de alegrías de niña princesa.

No quiere que el carrusel se detenga, la linda princesa del traje bordado de sueños. La deslumbra la belleza de lo que le rodea, y su risa es cascabel a tono con el sube y baja del corcel azul de la crin rosada, y con el amor que se le desborda por los ojos, reflejos del alma.

Gira y gira el carrusel, que nunca, jamás se detenga. Sube y baja el caballo brioso que presuntuoso, con el cuello erguido, lleva a la hermosa princesa del traje bordado de perlas, de larga melena rizada, con corona de azahares de reina y boca ciruela jugosa.

Gira, gira, sube, baja, la reina con vestido bordado con hilos de oro, elegante y esbelta, experta jinete, llevando en sus brazos dos lindas princesas. Sus labios y sus ojos sonríen llenos de ternura. Al girar del carrusel va tejiendo sueños para sus luceros, sus ojos estrellas luminosas, su boca brillante cereza.

El carrusel acelera la marcha, y gira, y gira, y da vueltas, y vueltas, y la luna se eclipsa, y llueve y tirita de frío la reina del traje bordado de hilo de araña. Su cabellera de olas plateadas recogida en sobrio peinado. Su boca es pálida rosa carente de risa y sonrisa. Sus ojos nublados son lagos de agua, agua que al caer queda presa, lágrimas en el hilo de araña. Se siente tan sola, tan triste la reina, que sólo quisiera que por un momento el carrusel se detenga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tia:
Yo rezo mucho por ti, y siempre lo hare. Never Despair, for God will always Be there, you just have to find him, he's always there, waiting for you to find him.

lucille lang correa dijo...

La escritura es la mejor cura para el alma, nos centra, nos revela y nos consuela. Ojala escribamos hasta el fin y por muchos años.
Te deseo lo mejor... gracias por compartir tus escritos