jueves, agosto 19, 2004

Tu silencio

Silencio. Me pesa el silencio. Tu silencio. Tu silencio que torvo de mirada me sigue a todas partes, sin paz y sin tregua. Silencio que me embadurna la piel y la ropa y se queda pegado, chorreando amargura. Tambaleante dique construido de palabras no dichas, de reproches injustos callados con la constante amenaza de derrumbe de verborrea hiriente. Prefiero oír tus insultos no importa su crudeza, a esta espera que me oprime el pecho. Y yo también callo, en un acto de no-provocación, de neutralidad, un pacto conmigo misma, y me muerdo la lengua para no preguntar el por qué. Y sales, te marchas con un portazo que rompe el silencio, explosión inesperada, y no sé hasta cuándo, ni me importa, porque dentro de mi, me siento liberada.

No hay comentarios.: